Sueños de la realidad

ohh
la mato y aparece una mayor
con mucho más infierno en digestión


Sueño con serpientes
Silvio Rodríguez






El despertar siempre es devastador. Solo de saber que la realidad (su realidad) es tangible hace que un escalofrío me recorra toda la espalda, hasta la nuca. No tengo otra opción, pues recuerdo cada día que << Jesus don´t want me for a sunbeam>> . Si se preguntan porque << cause sunbeams are not made like me >> es porque yo me conozco. Existo en los mejores términos que puedo. Mi persona varía según la opinión subjetiva de cada individuo que me conoce o cree conocerme. En este caso yo lo afirmo, pues yo me conozco realmente. Preferiría pasar una metamorfosis a la Kafka antes que estar conmigo mismo toda la vida. Viéndolo bien, es mejor que estar dormido, porque si se duermen se los comen los gusanos*
La ducha a las cinco treinta am no es muy acogedora y mas aun cuando no logras conciliar el sueño, uno duradero, desde hace mes y medio. A pesar de todo la ciudad si me parece acogedora. Su silencio casi primitivo es exquisito, como una bella durmiente esperando el beso de su príncipe sol para poder despertar de ese eterno letargo. Coches, cruces, luces, gente, humo… yo. Sinceramente preferiría verlos a todos sepultados antes que ver la maleta en el sillón, esperando a que la arrastre como la carroza lleva el cadáver, ese, el del primer poema que escribí. Si la muerte es dormir, ¿qué es lo que sueña un muerto?**.
Sin más, un beso y un abrazo a mi madre, un adiós suspendido en un momento y marcha atrás.
En la terminal, la poca brisa, intento de neblina que no logra nublarme o distraer mi atención de la realidad (su realidad). La desesperación se dispersa por mi cuerpo, como el alcohol hace los sábados por la noche.
Sin más, un beso y un abrazo a mi padre, otro adiós suspendido en un momento.
Mi padre, que no se entera mucho de mí últimamente. Si le dijeran que su hijo esta mutando, que es un borracho el no lo cree. No de ese niño que veía los power rangers en la tv y el pasaba y besaba en la frente; tampoco aquel niño que interrumpía sus rosarios, solo para preguntar si podía acompañarlo a los mandados; mucho menos aquel, ya joven, que decidió buscar trabajo por su cuenta, aun cuando el se opusiera. Ni aunque apareciera en el periódico, como acto cotidiano que es “El joven Francisco celebra su primer año de borracheras en compañía de sus amigos alcohólicos”, junto a las ofertas del súper.
Todo esto, me da vueltas en la cabeza mientras un señor con dificultad para caminar toma asiento a mi lado. Nos enmudecemos ambos y hacemos como que vamos solos. Mientras leo, escucho la plática del señor de atrás << tenemos toda la vida para estar chingando… pero ellas… las mujeres se emocionan con cualquier cabrón… pero pobre de ti les digas algo>> mientras los viajes de Noteboom comienzan a tener sentido para mi << Es que es bien feo, es como pegarle a Dios… esta cabrón>>
La vista comienza a nublárseme, y ahora el agua rueda por mis mejillas, mis flacas mejillas (realmente). No sé porque pero recordé la platica de la reencarnación del sábado (Sabina), quizá porque se que necesito otra oportunidad. Una con menos mierda (realidad). Acto seguido, me calve en la lectura de la república africana y sus disputas. Lo mismo que aquí pero con paisajes mas feos por este rumbo (realmente).
No pude conciliar el sueño en el camión, porque para uno cuando las cosas carecen de sentido es mejor pensar que la vida es un sueño. Si me duermo en un sueño es redundante, además es probable que el primer sueño sea una realidad, por eso logre conciliar un segundo sueño y eso me devastaría aun mas que despertar después de una noche de juerga con tequilas y cerveza.
Yo también siento que la vida se nos va, como tu canción mish, aunque a ti no te guste, es de mis favoritas, entre todas las canciones que eh escuchado y ya son bastantes. Y se me seguirá yendo, fugitiva, a exiliarse en un rincón, o en otro cuerpo en el que la traten mejor. Mientras yo intentaré hacer los pases con el sueño, para despertar en un lugar mejor.


Los amorosos Jaime Sabines*
Busco en la basura Eskorbuto**