Inspiración

Reconozco,
Hoy se activa,
Gota tibia que recorre mi paladar.
Mis papilas asimilan la realidad,
Sienten el palpitar de mi cuello,
Conectan mis venas que aun recorren mis membranas,
Veredas en mí.

Tengo más de un trayecto por culminar.

Iniciativa… también saboreo,
Acaricio cada letra.
Sílabas, consonantes,
Me hacen titubear, ir tras las sombras.
Retomare el viaje, andando bajo la luz de tus ojos,
Intravenosa que asemeja la euforia,
Resuena al compás de la gloria,
Emancipa mi naturaleza,
Boicot.
Asesinare la materia,
Hoy tú eres mis arterias,
No habrá paso en falso.

Eres la esencia que en diálogos solitarios conseguí,
No hay duda alguna…
Esta fosa yo la escarbo.





Más viejo y le salen canas*

Esclavismo

En oferta de mercería
Estoy en metros; retazos y listones.
En un taller estaría por partes,
Menos el aceite y el motor,
Pues ya están quemados.

En carnicería y hospital...
Órganos al aire;
litros y litros de plasma.

Para ti, estoy a cero.
Solo pide y me entrego a domicilio.

En pocas palabras:
Estoy en venta…
Me declaro producto de comercio,
subasto desde los huesos hasta los nervios...
Pero mi alma...
mi alma no.
Que gane el mejor postor.

El barrio no olvida ...

Este texto es tarea de la materia Medios impresos x)



La condescendencia del sol a nuestra especie es visible cada mañana. Son las ocho treinta y el apenas se digna a aparecer y dejarnos saber que aun existe, que no se ah ido. Un nuevo día es alusión a esperanza, a incertidumbre, a un salario para cubrir el mínimo de tantas necesidades a las cuales nos ah incluido arbitrariamente el capitalismo y el confort social.
Desde el boulevard se aprecia como bajan las señoras, amas de casa, a trabajar en las tiendas “coppel”, “acá sí” (esto lo sé con certeza por el uniforme que visten) otras mas a limpiar casas o a la panadería. El frio no es obstáculo que las detenga, así como los desvelos que les lleva como premio el ser cabeza de familia en muchos casos.
Sobre el asfalto se encuentran trabajando aun los albañiles, la CEA y el H. Ayuntamiento de Guaymas, (la h es por mudo, no por honorable). Hace mas de tres semanas que las tuberías colapsaron y es hora que no pueden reparar el daño que causan los malos trabajos en obras públicas, los malos materiales a precios de locura.
Tienen la mitad de esta arteria en el quirófano, desde la antigua carnicería “saldamando”, hasta el monumento a la bandera.
No muy lejos, en la esquina donde el semáforo dirige el tránsito con sus luces navideñas, a la intemperie de una casa de cartón descansa “el pirata” con sus dos hijos. Algunos le dicen “pirrata” haciendo alusión a su oficio con fervor. Sus hijos (de una misma madre, dos padres) viven sin educación, en la calle, inclusive uno de ellos no tiene acta de nacimiento. Viven del poco fierro viejo que recolectan y venden, del aluminio, del hurto. A todos les parecen las sobras de la sociedad, pero nadie apoya, nadie se mueve.
Doblando por la brecha, se encuentra “el barrio “. Aun se puede escuchar el repiqueteo del balón de básquet, de cuando instalamos un aro en un poste de luz para hacer un poco de deporte. La esquina donde nos sentábamos a escuchar música de rock, con “El pedro”, “ el tokes”, “el hasve” Q.E.P.D, “el pailin” Q.E.P.D también. Ellos fallecieron hace casi ya tres años en un accidente automovilístico. El “tokes” ya casi significa lo mismo para su padre, ya que nomas sale del centro de rehabilitación para volver a entrar. Parece que ahí le gusta estar.
Las llamadas “pintas” que realizamos en las bardas, curiosamente nombradas “placas” o “rayones”, tienen mas rabia que aerosol en cada trazo. Es solo para demostrar que no nos controlan, que somos punto y aparte, disidentes de su dolce vita.
Todo eso es aun tangible, mientras los mismos vagos dedican su vida a trabajar, a estudiar, a drogarse, a ser padres de familia o pelearse con los del barrio aquel.
¿ Y que se puede ocultar de esta colonia? No se puede pasar en automóvil intentando obviar a Don Cutberto, el vendedor de recogedores que toda la mañana se la pasa recorriendo Guaymas para ganarse el pan. Si alguien se atreviese a extenderle una mano en tono dulzón de ayuda, el se siente atacado, menospreciado, y lo rechaza totalmente. Es la verdad de sentirse solo y sin rumbo fijo.
En las casas los jardines bien estilizados; los perros guardianes de el bienestar de la familia; los dos autos en la cochera; los timbres para poder asomarse a la mirilla y ver a “¿Quién será el que toca?”; las veladas diurnas y sus fiestas familiares negando la realidad que se vive.
En la calle esta la guerra entre el hambre y la vida; el trabajo; la cocina; el humo negro y las aguas prójimas del humo; están los niños y sus juegos; también en la calle esta todo lo que recuerdo y que ahora abandone para buscar mi camino.
Ahora se sabe que el sol se asoma para dejarnos ver las sombras, que es lo único que nos acompaña.

Bienvenido a la jungla..

El cinismo se hace ley,
Va formando una escalera,
Pretendemos subir y tocar las nubes… ¿a costa de cuantos?
A un costado dejamos sus sueños, sus metas,
Mitigamos ese dolor de concluir exitosos.
Cada pequeña hazaña es un paréntesis de nuestro libro de realidades,
Algunas absolutas, otras finitas.

Sin mas preámbulo, degustamos ese sabor tan sulfúrico del antagonismo,
Decidimos escalar por la pila de inertes,
Solo para glorificar las glorias nuestras, ¿a costa de cuantos?
Los mismos que les lloraran a sus vivos,
Los mismos que indiferentemente se acoplaran ala idea de sus muertos,
Los mismos que son tan interferidos por colapsos mentales,
Ritual que siempre logra embalsamar el inerte que se apila,
Que se queda en sueño, al costado, ¿a costa de que? , ¿Al servicio de cuantos?
Su única utilidad será ser escalado para glorificar las glorias de un inerte esporádico
Que ahora en la cima, solo se encuentra
Sin saber que hacer,
Cargando tanta culpa.

Tantos inertes,
Tantos heridos,
No consiguieron ni siquiera subir un peldaño y han desfallecido.
Arrópate pues
En tu genocidio,
Tu magnitud que cada vez te minimiza aun más.

Las nubes no soportaron el horror de este glorioso guerrero,
Desaparecieron,
¿Ah donde llegaste?

Sueños de la realidad

ohh
la mato y aparece una mayor
con mucho más infierno en digestión


Sueño con serpientes
Silvio Rodríguez






El despertar siempre es devastador. Solo de saber que la realidad (su realidad) es tangible hace que un escalofrío me recorra toda la espalda, hasta la nuca. No tengo otra opción, pues recuerdo cada día que << Jesus don´t want me for a sunbeam>> . Si se preguntan porque << cause sunbeams are not made like me >> es porque yo me conozco. Existo en los mejores términos que puedo. Mi persona varía según la opinión subjetiva de cada individuo que me conoce o cree conocerme. En este caso yo lo afirmo, pues yo me conozco realmente. Preferiría pasar una metamorfosis a la Kafka antes que estar conmigo mismo toda la vida. Viéndolo bien, es mejor que estar dormido, porque si se duermen se los comen los gusanos*
La ducha a las cinco treinta am no es muy acogedora y mas aun cuando no logras conciliar el sueño, uno duradero, desde hace mes y medio. A pesar de todo la ciudad si me parece acogedora. Su silencio casi primitivo es exquisito, como una bella durmiente esperando el beso de su príncipe sol para poder despertar de ese eterno letargo. Coches, cruces, luces, gente, humo… yo. Sinceramente preferiría verlos a todos sepultados antes que ver la maleta en el sillón, esperando a que la arrastre como la carroza lleva el cadáver, ese, el del primer poema que escribí. Si la muerte es dormir, ¿qué es lo que sueña un muerto?**.
Sin más, un beso y un abrazo a mi madre, un adiós suspendido en un momento y marcha atrás.
En la terminal, la poca brisa, intento de neblina que no logra nublarme o distraer mi atención de la realidad (su realidad). La desesperación se dispersa por mi cuerpo, como el alcohol hace los sábados por la noche.
Sin más, un beso y un abrazo a mi padre, otro adiós suspendido en un momento.
Mi padre, que no se entera mucho de mí últimamente. Si le dijeran que su hijo esta mutando, que es un borracho el no lo cree. No de ese niño que veía los power rangers en la tv y el pasaba y besaba en la frente; tampoco aquel niño que interrumpía sus rosarios, solo para preguntar si podía acompañarlo a los mandados; mucho menos aquel, ya joven, que decidió buscar trabajo por su cuenta, aun cuando el se opusiera. Ni aunque apareciera en el periódico, como acto cotidiano que es “El joven Francisco celebra su primer año de borracheras en compañía de sus amigos alcohólicos”, junto a las ofertas del súper.
Todo esto, me da vueltas en la cabeza mientras un señor con dificultad para caminar toma asiento a mi lado. Nos enmudecemos ambos y hacemos como que vamos solos. Mientras leo, escucho la plática del señor de atrás << tenemos toda la vida para estar chingando… pero ellas… las mujeres se emocionan con cualquier cabrón… pero pobre de ti les digas algo>> mientras los viajes de Noteboom comienzan a tener sentido para mi << Es que es bien feo, es como pegarle a Dios… esta cabrón>>
La vista comienza a nublárseme, y ahora el agua rueda por mis mejillas, mis flacas mejillas (realmente). No sé porque pero recordé la platica de la reencarnación del sábado (Sabina), quizá porque se que necesito otra oportunidad. Una con menos mierda (realidad). Acto seguido, me calve en la lectura de la república africana y sus disputas. Lo mismo que aquí pero con paisajes mas feos por este rumbo (realmente).
No pude conciliar el sueño en el camión, porque para uno cuando las cosas carecen de sentido es mejor pensar que la vida es un sueño. Si me duermo en un sueño es redundante, además es probable que el primer sueño sea una realidad, por eso logre conciliar un segundo sueño y eso me devastaría aun mas que despertar después de una noche de juerga con tequilas y cerveza.
Yo también siento que la vida se nos va, como tu canción mish, aunque a ti no te guste, es de mis favoritas, entre todas las canciones que eh escuchado y ya son bastantes. Y se me seguirá yendo, fugitiva, a exiliarse en un rincón, o en otro cuerpo en el que la traten mejor. Mientras yo intentaré hacer los pases con el sueño, para despertar en un lugar mejor.


Los amorosos Jaime Sabines*
Busco en la basura Eskorbuto**

Imágenes del hombre

I

A falta de pan comía totopos.

Se fumaba los cigarros al revés
Y de vez en cuando, durante su embriaguez
Mordía los semáforos y las antenas parabólicas.

El café hirviendo no le escaldaba la lengua
Ni le quemaba los labios.
Acontecía un extraño evento en el,
Pues se derretía cuando la luna hacia miel.
Y cuando los charcos oxidaban el asfalto
Jugaba al memorama de los rostros olvidados.

Yo no lo conozco,
Solo sé que es un indigente,
Que se sienta a charlar a solas
De siete a siete.

II

Yo digo que no se dan cuenta
Que tus besos ampollan mis manos,
Las hacen envejecer, las dejan laceradas.

Yo digo que ni el sudor lo mira
Cuando baja por mi frente
Y se anida en el cuello de mi camisa blanca.

Yo digo que ni siquiera mi camisa blanca
Se da cuenta que la manche con tierra,
Que el sol ya la puso amarilla,
Que la sangre se coaguló en ella.
Ni se da cuenta que ella también esta herida.

Al menos yo si…
Yo si soy conciente que me han enterrado en vida,
Que soy prisionero solo en un vasto campo de fertilizante,
De excremento vacuno,
Que es mejor que el fúsil se dispare en reversa,
Que mi trabajo sea monumento de fuerza.

Al menos también soy conciente
De que este es amor prohibido y luctuoso,
Amor del hombre que ama con el arado,
Amor del hombre que ama sus heridas.

Misógino

Prometo portarme bien y dedicarme a lo mío:
A la escuela,
A los burros,
Y de vez en cuando forjarme un cigarrillo en papel de canola.
Prometo hacer los quehaceres del hogar,
Para que a la hora de follar
Las cucarachas no se escondan entre mis calcetines
Y las notas de desalojo.

Prometo también limpiar la alfombra
Y enseñarle a ladrar al perro,
Pues el no sabe.
Yo lo hago a diario
A conciencia y a perfección.

Prometo no morderlo,
Puesto que ya traigo la rabia
Y a veces se me des balancea el termostato
Y quemo el pan en mi ombligo.

Prometo no meterme nada en la nariz,
En especial los polvos blancos acidulantes que me traen los camellos.

Los elefantes que me hacen ver se parecen a una luna pero sin queso.

Prometo no prometerte mas promesas

Porque siempre al final acabo con otra en el colchón
Y mi bata desatada,
Con la colilla humeando en la boca
Y descubriendo que volví a hacerlo sin protección.

Tendré que echarla del hogar
Antes de que la prueba le haga saber de su concepción.

Prometo algún día responder
A todas tus llamadas.
Pero recuerda que no tengo palabras
Si me hablas de amor.
Yo solo ando buscando donde forrar
A mi único amigo,
Entre humedad y calor.